herencia entre hermanos

Posiblemente hayas conocido algún caso en el que, tras el fallecimiento de uno de los padres, la herencia entre hermanos se convierte en un auténtico quebradero de cabeza. Y no por falta de recursos legales, sino porque las emociones, las decisiones mal comunicadas o la ausencia de asesoramiento pueden desencadenar conflictos profundos y duraderos.

Este artículo está pensado para ayudarte a entender cómo funciona el reparto de una herencia entre hermanos en España, qué derechos tiene cada uno, qué pasa si no hay testamento, y sobre todo: cómo evitar que lo que debería unir, termine separando.

Te lo vamos a contar con ejemplos reales, de forma cercana, y con la misma claridad que usarías al explicárselo a un amigo. Si estás en un proceso así y quieres orientación personalizada, puedes consultar con un abogado de familia aquí → Asesoría jurídica en herencias familiares

Vamos paso a paso.

herencia entre hermanos

Qué significa “herencia entre hermanos” y por qué puede complicarse

La herencia entre hermanos ocurre cuando dos o más hermanos reciben bienes o derechos tras el fallecimiento de uno de sus progenitores, o incluso de otro hermano sin descendencia. Lo que, en teoría, debería ser un proceso sencillo —repartir de forma justa lo que la ley o el testamento determine—, en la práctica puede convertirse en un campo minado emocional y legal.

¿Por qué? Porque no se trata solo de números ni de papeles. Aquí se mezclan afectos, rencores antiguos, decisiones que no se entienden, y muchas veces, silencios acumulados. Como bien explicabas en tu audio: “estos conflictos surgen mayoritariamente porque se combina la parte emocional con un conflicto de intereses. Ya que si uno de los hermanos se beneficia, el resto va a salir perjudicado”.

Y es cierto. Este tipo de situaciones sacan a la superficie tensiones que venían de antes o crean nuevas, especialmente cuando hay:

  • Falta de comunicación clara entre los hermanos.
  • Desconfianza respecto a lo que ha decidido el padre o madre en el testamento.
  • Diferencias de criterio sobre qué hacer con ciertos bienes.
  • Sensación de injusticia, aunque legalmente esté todo correcto.

Además, mucha gente cree que con ir al notario basta, pero como tú bien decías: “el notario respeta la voluntad del fallecido, pero no defiende a los herederos”. Es decir, el notario no está para mediar ni protegerte si algo va mal. Por eso, si hay riesgo de conflicto, lo ideal es contar desde el principio con un abogado especializado en herencias familiares.

Una buena gestión desde el primer momento puede marcar la diferencia entre una herencia que se reparte con respeto, y una que rompe una relación entre hermanos para siempre.

Legítima, mejora y libre disposición: claves del reparto legal

Uno de los aspectos más importantes para entender cómo se reparte una herencia entre hermanos es saber que, en España, el patrimonio del fallecido se divide legalmente en tres partes o tercios: la legítima, el tercio de mejora y el de libre disposición.

Este reparto busca garantizar los derechos de los herederos forzosos (como los hijos) y al mismo tiempo, permitir cierta libertad al testador para beneficiar a quienes quiera.

Veamos cada uno:

1. Legítima

Es la parte que la ley reserva obligatoriamente a los herederos forzosos. En la mayoría de los casos, estos son los hijos.

Dentro de los hijos, si hay varios hermanos, esta parte debe repartirse por partes iguales entre ellos.
Si el testamento no lo respeta, puede impugnarse legalmente.

Como dijiste en tu explicación:
“El causante no puede decidir libremente sobre esta parte. Por ley está reservada para los herederos legitimarios.”

2. Mejora

Aquí el testador puede decidir beneficiar a uno o varios de sus hijos o descendientes, pero no a personas externas.

Esto puede aplicarse, por ejemplo, si un hijo ha cuidado del padre enfermo, o si se quiere compensar una situación específica.
Si no se especifica nada en el testamento, también se reparte por igual entre todos.

3. Libre disposición

Este tercio es el único totalmente libre, y el testador puede dejárselo a quien quiera, incluso fuera de la familia.
Puede ser un amigo, una pareja, una ONG o un sobrino, sin necesidad de justificarlo.


¿Y qué pasa si no hay testamento?

En ese caso, el reparto se hace conforme al orden que establece la ley, ignorando esta división en tercios. Es lo que explicaremos en la siguiente sección.

herencia entre hermanos

Herencia con testamento vs sin testamento

Uno de los primeros aspectos clave en cualquier herencia entre hermanos es saber si el fallecido dejó o no un testamento. Este detalle cambia completamente las reglas del juego.

Cuando hay testamento

Si existe testamento válido, se respeta la voluntad del fallecido en cuanto al reparto de sus bienes. Por supuesto, siempre dentro de los márgenes que permite la ley, especialmente lo que tiene que ver con la legítima.

Esto significa que el testador puede:

  • Distribuir libremente la parte de libre disposición.
  • Beneficiar a uno de los hijos con el tercio de mejora.
  • Establecer condiciones, legados concretos o nombrar un albacea.

Como dijiste claramente: “el notario lo que hace es respetar la voluntad del fallecido”. Eso sí, si el testamento no respeta la legítima o incurre en irregularidades, puede ser impugnado, y ahí será necesario iniciar un proceso judicial.

Cuando no hay testamento

Si no hay testamento, la ley establece un orden sucesorio automático, conocido como sucesión intestada. En este escenario:

  • Todos los hijos heredan por partes iguales.
  • Si alguno de los hermanos ha fallecido, sus hijos ocuparán su lugar (esto se llama derecho de representación).
  • Si no hay hijos ni descendientes, heredan los padres o hermanos del fallecido, según el caso.

El procedimiento requiere acudir a un notario, que elaborará una declaración de herederos abintestato y, a partir de ahí, se podrán repartir los bienes.

Como se decía en tu audio: “si no hay testamento o este se anuló, los hermanos se reparten la herencia por partes iguales”. Es un procedimiento más rígido, pero necesario cuando no se ha planificado nada.

herencia y testamentos

Herencia si un hermano fallece antes: hijos como herederos

Es un escenario más común de lo que parece: uno de los hermanos fallece antes que el progenitor que deja la herencia. ¿Qué ocurre entonces con la parte que le habría correspondido?

Aquí entra en juego el llamado derecho de representación, un concepto clave del Código Civil español. Gracias a este derecho, los hijos del hermano fallecido heredan en su lugar. Es decir, se colocan en su misma posición en la herencia.

Ejemplo práctico

Imagina que hay tres hermanos: Marta, Jorge y Alicia. Pero Jorge falleció antes que su padre. Cuando este fallece, la herencia no se reparte en dos partes entre Marta y Alicia. Los hijos de Jorge reciben su parte, como si él estuviera vivo. Y esa tercera parte se divide entre sus hijos.

Este principio garantiza que la rama familiar del fallecido no quede desprotegida, y respeta el equilibrio en la transmisión patrimonial.

Importante tener en cuenta

  • Si el hermano fallecido no tenía hijos, su parte sí se reparte entre los demás hermanos.
  • El derecho de representación sólo aplica en línea descendente (es decir, de padres a hijos, o de tíos a sobrinos si el fallecido no tenía hijos).

Este detalle puede ser decisivo en el reparto de la herencia y en la aparición de conflictos, sobre todo si no se tiene claro quién tiene derecho a qué.

herencia y testamentos

Qué hacer con bienes indivisibles (viviendas, arte, locales)

Cuando se reparte una herencia entre hermanos, uno de los grandes retos aparece al enfrentarse a bienes que no se pueden dividir físicamente, como una casa, un local comercial, un garaje, una obra de arte o incluso una colección valiosa.

Estos bienes indivisibles suelen ser el origen de muchos bloqueos, sobre todo si los herederos no se ponen de acuerdo sobre qué hacer con ellos.

Las opciones más frecuentes son:

  1. Quedarse el bien uno de los hermanos pagando la parte al resto
    Es la solución más común. Uno de los herederos compra la cuota de los demás.
    Esto requiere un acuerdo claro sobre el valor del bien y suele necesitar una tasación previa.
  2. Mantener el bien en copropiedad (comunidad hereditaria)
    Es decir, todos son dueños en proporción a su parte heredada.
    Pero esto puede generar problemas a la hora de usar, alquilar o vender el bien, porque cualquier decisión requiere el consentimiento de todos. Como decías:
    “Pensemos que para vender la casa se necesita el consentimiento de todos los herederos”.
  3. Venta del bien y reparto del dinero
    En ocasiones es lo más práctico: se vende la vivienda o el local y se reparte el importe entre los herederos según su cuota.
    Esta opción requiere voluntad común y suele evitar muchos roces.
  4. División del condominio
    Si no hay acuerdo, cualquier heredero puede iniciar un procedimiento judicial para forzar la división.
    Esto puede terminar en una subasta pública del bien… con el consiguiente riesgo de que se malvenda.
    Por eso tú mismo lo resumías así:
    “No es buena opción porque la casa podría salir a subasta y devaluarse considerablemente”.

En este tipo de casos, lo más recomendable es buscar siempre el acuerdo amistoso entre hermanos, apoyándose en profesionales que ayuden a encontrar salidas viables y justas.

Aquí es cuando más valor puede aportar una asesoría legal, sobre todo si quieres evitar largos procedimientos judiciales.
Si estás en una situación así y necesitas orientación para negociar o tasar correctamente, puedes reservar una sesión personalizada aquí → Asesoría contable para herencias

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Bloqueos y problemas entre hermanos: soluciones legales

Aunque parezca difícil de creer, en muchas herencias el mayor obstáculo no es la ley ni los papeles, sino la actitud de alguno de los hermanos. Cuando uno bloquea el proceso, toda la familia puede quedar atrapada durante meses o incluso años.

Este tipo de problemas tienen solución, pero hay que conocer las herramientas legales adecuadas. Vamos a ver los más comunes.

1. El hermano no acepta ni renuncia a la herencia

Puede ocurrir que uno de los herederos simplemente no diga nada. No acepta ni renuncia. Esto paraliza todo el proceso.

La ley permite requerirle notarialmente para que se pronuncie en un plazo de 30 días. Si no responde, se entiende que acepta pura y simplemente, lo que implica que también asume posibles deudas.

Como dijiste en tu audio:
“Si no se pronuncia, se entenderá que acepta la herencia pura y simplemente y tendrá que responder con su patrimonio personal de las deudas que puedan exceder de todos los activos heredados.”

2. Todos han aceptado, pero uno impide repartir

Otro escenario muy frecuente: todos los hermanos han aceptado la herencia, pero uno no quiere firmar el reparto. Esto bloquea cualquier operación con los bienes heredados.

En estos casos, es posible solicitar al notario o al juzgado el nombramiento de un contador-partidor dativo, una figura imparcial que se encarga de hacer el reparto conforme a la ley.

3. Otros problemas habituales

  • Un hermano se niega a vender un bien indivisible.
  • Uno de ellos vive en la vivienda heredada y no quiere abandonarla.
  • No hay acuerdo sobre el valor de los bienes.
  • Se presentan documentos contradictorios.

Todos estos casos se pueden gestionar con la ayuda adecuada. Lo importante es no quedarse paralizado. Cuanto antes se actúe, más rápido se resuelve.

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Cómo evitar conflictos: consejos prácticos

La mayoría de los problemas en una herencia entre hermanos no se originan por la ley, sino por la falta de previsión, diálogo y asesoramiento. La buena noticia es que, si se toman ciertas medidas a tiempo, muchas tensiones pueden evitarse.

Aquí van algunos consejos prácticos, extraídos tanto de tu experiencia como del enfoque jurídico:

1. Hablad antes de que falten los padres

Aunque sea incómodo, hablar en vida sobre las intenciones y deseos de los progenitores puede aclarar muchas cosas. Incluso si no se detalla todo, el simple hecho de saber que habrá testamento y cómo se planteará da tranquilidad.

2. Dejadlo todo por escrito: testamento claro

Es vital que los padres hagan testamento y que este respete los tercios legales y aclare cualquier voluntad especial (una mejora para un hijo, un legado concreto, etc.).

Evitar ambigüedades es evitar conflictos. Como bien señalabas: “cuando el testamento no respeta la legítima, puede impugnarse”.

3. Contad con asesoramiento profesional desde el principio

Ir directamente al notario no siempre es la mejor opción, especialmente si ya hay tensión entre hermanos.

Un abogado especializado puede ayudarte a:

  • Revisar si el testamento es impugnable.
  • Acordar un reparto justo entre todos.
  • Actuar como mediador si hay puntos de fricción.

4. Haced un inventario claro y tasado de los bienes

Cuanto más claro esté el valor y la naturaleza de cada bien (pisos, cuentas, muebles, deudas…), menos posibilidad hay de malentendidos.

5. Checklist final para prevenir líos

  • ¿Hay testamento claro?
  • ¿Todos los hermanos han sido informados de forma transparente?
  • ¿Se ha valorado adecuadamente el patrimonio?
  • ¿Se han documentado los acuerdos?
  • ¿Hay asesor legal que acompañe todo el proceso?

La herencia entre hermanos no tiene por qué convertirse en una batalla. Con diálogo, claridad y ayuda experta, se puede convertir en un proceso de cierre digno y respetuoso para todos.

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