
Cuando tu negocio empieza a despegar y los números suben, nos planteamos cuáles son realmente los inconvenientes de la Sociedad Limitada Unipersonal, y de ello surge la pregunta: ¿sigo como autónomo o doy el salto a una Sociedad Limitada Unipersonal (SLU)?
En internet abunda información sobre las ventajas de este modelo, pero muy pocos te hablan de los inconvenientes reales que conlleva crear y mantener una SLU.
Este artículo no es otro post genérico. Aquí vamos a contarte, sin rodeos y con ejemplos claros, los principales puntos débiles de esta figura empresarial, para que puedas tomar una decisión informada y no te lleves sorpresas después.
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En este blog descubrirás:
- Qué significa realmente tener una SLU (y en qué se diferencia de ser autónomo)
- Cuáles son los costes, las obligaciones y los frenos que nadie te cuenta
- Qué señales te indican si de verdad te conviene este modelo
- Y cómo evitar errores comunes que pueden salirte caros
Vamos allá.

¿Qué es una Sociedad Limitada Unipersonal?
Una Sociedad Limitada Unipersonal (SLU) es una variante de la Sociedad Limitada tradicional, con una diferencia clave: solo existe un único socio. Esa persona puede ser física o jurídica, y concentra el 100 % del capital social.
A nivel legal, una SLU funciona igual que cualquier Sociedad Limitada en cuanto a responsabilidad limitada, estructura y obligaciones, pero presenta algunos matices importantes que conviene tener claros antes de lanzarse a constituirla.
Rasgos clave de la SLU
- Responsabilidad limitada: El socio único no responde con su patrimonio personal por las deudas de la empresa, sino únicamente con el capital aportado (aunque esto tiene matices que veremos más adelante).
- Capital mínimo: Se puede constituir con tan solo 1 € de capital social, aunque en la práctica suele recomendarse aportar más para dar mayor solvencia.
- Identificación pública: La condición de unipersonalidad debe constar expresamente tanto en la escritura de constitución como en el Registro Mercantil. Esto significa que cualquier tercero que consulte la información mercantil sabrá que eres el único socio.
- Régimen jurídico: Está regulada por la Ley de Sociedades de Capital, y si se incumplen ciertas formalidades (como no declarar la unipersonalidad en plazo), el socio puede perder su protección limitada y responder con su patrimonio.
¿En qué se diferencia de una SL tradicional?
La SLU no es una figura jurídica distinta, sino una condición dentro de la SL. La diferencia real es la operativa: en la SL tradicional hay varios socios que reparten responsabilidades y decisiones, mientras que en la unipersonal toda la carga recae en una sola persona.
Esto afecta tanto a la gestión del día a día, como a la forma de tomar decisiones, que en este caso se documentan como decisiones del socio único, sin necesidad de juntas de socios formales.

Comparativa rápida: SLU vs Autónomo
Antes de lanzarse a crear una Sociedad Limitada Unipersonal, muchas personas vienen de operar como autónomos. Por eso es importante entender bien en qué se diferencian ambas figuras y qué implicaciones tiene el cambio.
Aquí tienes una comparativa clara y directa, basada en los factores clave que más suelen preocupar:
1. Responsabilidad ante deudas
- Autónomo: responde con todo su patrimonio personal. Si hay impagos, problemas fiscales o deudas con proveedores, pueden ir contra su casa, coche o ahorros personales.
- SLU: el riesgo se limita al capital aportado a la empresa. Tu patrimonio personal, en principio, queda protegido (siempre que no se cometan negligencias o se incumplan requisitos legales).
2. Fiscalidad
- Autónomo: tributa por IRPF, que es un impuesto progresivo. A medida que ganas más, pagas más (hasta el 47 % en tramos altos).
- SLU: tributa por el Impuesto de Sociedades, con un tipo fijo general del 25 %. Si tus beneficios son altos (más de 40.000 € al año), puede compensar fiscalmente.
Ejemplo práctico:
- Un autónomo con 35.000 € de beneficio paga unos 8.700 € de IRPF.
- Una SLU con ese mismo beneficio paga unos 8.750 € de Impuesto de Sociedades.
La diferencia no es significativa a ese nivel, pero a partir de 60.000 € empieza a ser mucho más ventajosa la SLU desde el punto de vista fiscal.
3. Trámites y constitución
- Autónomo: en un día puede estar dado de alta en Hacienda y la Seguridad Social, sin coste ni capital inicial.
- SLU: requiere notaría, Registro Mercantil, apertura de cuenta bancaria, escritura de constitución, estatutos… Puede tardar de 7 a 30 días y conlleva costes asociados.
4. Contabilidad y obligaciones
- Autónomo: puede llevar libros simplificados según su actividad.
- SLU: debe seguir el Plan General Contable, presentar libros al Registro Mercantil y tener un control riguroso.
5. Imagen profesional y financiación
- Una SLU proyecta más seriedad y estabilidad frente a bancos, inversores y clientes grandes. Aunque en la práctica el aval personal sigue siendo clave para conseguir financiación, muchos proveedores prefieren tratar con una sociedad frente a un autónomo.

Inconvenientes de la SLU (lo que muchos no te cuentan)
Aunque la Sociedad Limitada Unipersonal puede sonar como la evolución natural al crecer como autónomo, es fundamental conocer sus inconvenientes antes de dar el paso. Muchos emprendedores se lanzan por la promesa de pagar menos impuestos o de proteger su patrimonio, sin tener en cuenta los costes ocultos o las obligaciones que implica.
Aquí repasamos los principales puntos débiles que debes valorar con calma:
1. Costes iniciales y continuos
Constituir una SLU tiene un coste, aunque hoy día sea más asequible. Necesitas:
- Escritura notarial
- Inscripción en el Registro Mercantil
- Pago de tasas
- Posible asesoría para preparar estatutos y trámites
Además, los costes no se acaban al constituirla. Cada año deberás contar con servicios contables y legales que aseguren el cumplimiento de tus obligaciones, lo que puede suponer un gasto mensual adicional si no quieres exponerte a sanciones.
2. Burocracia y obligaciones más complejas
Pasas de gestionar unas pocas declaraciones trimestrales como autónomo a:
- Llevar una contabilidad completa según el Plan General Contable
- Presentar libros contables en el Registro Mercantil
- Formular y depositar cuentas anuales
- Elaborar actas de decisiones del socio único
Esto supone más tiempo, más papeleo y normalmente, más dependencia de una gestoría especializada.
3. Menor agilidad en la toma de decisiones
Aunque seas el único socio, no puedes actuar con tanta libertad como cuando eres autónomo. Debes documentar decisiones formales, cumplir plazos y seguir procedimientos. Cada paso que des debe estar registrado y justificado.
4. Riesgos si no cumples la normativa
Muchos autónomos que se convierten en SLU desconocen las implicaciones legales de esta figura. Por ejemplo:
- Si no declaras correctamente la unipersonalidad, puedes perder la limitación de responsabilidad.
- Si mezclas tus cuentas personales y las de la empresa, puedes comprometer tu protección patrimonial.
- Una mala gestión contable o fiscal puede derivar en sanciones graves.

Cómo se traduce esto en tu día a día
Más allá de los tecnicismos legales o fiscales, uno de los aspectos más importantes que debes considerar es cómo cambia tu rutina diaria al pasar de ser autónomo a gestionar una Sociedad Limitada Unipersonal. Aquí es donde muchos emprendedores se dan cuenta de que la SLU no siempre es tan conveniente como parecía.
Gestión contable y administrativa
Cuando eres autónomo, puedes llevar tus ingresos y gastos de forma sencilla, incluso con una hoja de cálculo o una app básica de facturación. Pero al convertirte en SLU, la cosa cambia:
- Necesitarás llevar una contabilidad formal conforme al Plan General Contable.
- Tendrás que guardar facturas, justificantes, inventarios y conciliaciones de forma sistemática.
- Cada movimiento de la empresa debe tener su reflejo contable y estar respaldado documentalmente.
Esto implica una mayor carga administrativa. Muchos terminan externalizando la contabilidad, lo que supone un coste recurrente mensual.
Relación con bancos y clientes
A nivel externo, puede parecer una ventaja. Al ser SLU proyectas una imagen más profesional y puedes negociar mejor con proveedores, acceder a licitaciones o abrir nuevas líneas de negocio.
Pero en la práctica, los bancos siguen pidiendo avales personales, y en muchos casos, tendrás que responder tú igualmente ante impagos o préstamos. La forma jurídica cambia, pero no elimina del todo los riesgos si estás empezando.
Trámites y tiempos
Si como autónomo podías emitir una factura en el momento o darte de baja en un par de clics, como SLU todo pasa a ser más formal.
Necesitarás más documentación, más procesos y más validaciones. Incluso decisiones que solo te afectan a ti (como comprar un equipo o hacer una inversión) deben quedar registradas como decisiones del socio único.
Menos margen para errores
Las SLU están más fiscalizadas. El Registro Mercantil, Hacienda y otros organismos tienen más control sobre este tipo de sociedades.
Esto significa que un error contable o una omisión puede costarte una sanción, además del tiempo y recursos para solucionarlo.

¿Cuándo elegir SLU?
Aunque los inconvenientes de la Sociedad Limitada Unipersonal son reales y deben tenerse en cuenta, eso no significa que sea una mala opción. Simplemente, no es para todos ni en cualquier momento.
Aquí te damos algunas pautas claras que te ayudarán a saber si ha llegado el momento adecuado para hacer el cambio.
1. Tus beneficios superan los 40.000 € anuales
Este es el umbral que suelen marcar los asesores fiscales como referencia. A partir de esta cifra, el Impuesto de Sociedades puede salirte más rentable que seguir tributando por IRPF como autónomo.
Recuerda que el IRPF es progresivo, mientras que el IS es un tipo fijo del 25 % (o menor si eres una empresa de nueva creación).
2. Buscas crecer y profesionalizar tu actividad
Si estás dando el salto a contratar empleados, abrir un local o trabajar con grandes empresas o instituciones, tener una SLU puede darte más credibilidad y estructura jurídica.
Te permite separar tu actividad empresarial de tu vida personal, lo que también facilita la gestión si algún día quieres vender la empresa o incorporar socios.
3. Necesitas financiación externa
Aunque no es garantía, muchas entidades financieras prefieren tratar con sociedades a la hora de conceder créditos o líneas de financiación. Además, puedes acceder a subvenciones o ayudas que no están disponibles para autónomos.
4. Quieres limitar tu riesgo personal
Uno de los mayores motivos para constituir una SLU es proteger tu patrimonio personal. Si tu actividad implica asumir riesgos económicos o legales, conviene limitar la responsabilidad a través de una estructura societaria.
5. Tu actividad ya está consolidada y estable
Si llevas tiempo como autónomo, conoces bien tu mercado, tienes ingresos recurrentes y una base sólida de clientes, puede ser el momento perfecto para dar el paso.
Con una buena asesoría y una contabilidad ordenada, el cambio a SLU puede suponer un salto estratégico en tu proyecto.

¿Quieres cambiar? sigue estos pasos
Si ya eres autónomo y estás valorando dar el salto a una Sociedad Limitada Unipersonal, la buena noticia es que sí puedes hacerlo. No necesitas cerrar tu actividad actual, sino que puedes transformarla en una estructura más adecuada a tu nuevo volumen de negocio. A continuación, te explico cómo hacerlo paso a paso.
Paso 1. Analiza tu situación actual
Antes de iniciar el proceso, es recomendable hacer un análisis con tu asesor o contable:
- ¿Cuáles son tus beneficios anuales?
- ¿Qué nivel de gastos soportas?
- ¿Tienes previsión de crecimiento o inversión?
- ¿Trabajas con clientes que exigen operar como sociedad?
Este análisis es clave para tomar la decisión con criterio.
Paso 2. Redacta los estatutos sociales
Tendrás que definir:
- La denominación de la sociedad
- Su objeto social (actividad que realiza)
- El capital inicial (mínimo 1 €, recomendable aportar más)
- El domicilio fiscal
- El régimen de administración
Lo habitual es encargárselo a una asesoría o gestoría que redacte estatutos ajustados a tus necesidades.
Paso 3. Escritura pública ante notario
Es necesario acudir al notario para formalizar la constitución de la sociedad. Deberás aportar:
- DNI o NIE del socio único
- Estatutos
- Certificación negativa del nombre (que se solicita previamente al Registro Mercantil Central)
Paso 4. Inscripción en el Registro Mercantil
Una vez firmada la escritura, se debe inscribir la SLU en el Registro Mercantil correspondiente a tu provincia. Solo entonces adquiere personalidad jurídica plena.
Paso 5. Alta en Hacienda y obtención del NIF
Debes presentar el modelo 036 con la información fiscal de la sociedad, para obtener su NIF definitivo.
Paso 6. Apertura de cuenta bancaria
Aunque el capital social puede ser de solo 1 €, necesitas abrir una cuenta a nombre de la sociedad. Desde ahí operarás todos los movimientos del negocio.
Paso 7. Baja como autónomo (si corresponde) y alta como administrador
En algunos casos puedes compatibilizar tu situación, pero si solo vas a operar a través de la SLU, puedes darte de baja como autónomo y pasar a ser administrador societario (cotizando en el RETA igualmente, salvo excepciones).

Alternativas a considerar
La Sociedad Limitada Unipersonal no es la única opción cuando decides dar el paso más allá del modelo de autónomo. Dependiendo de tu tipo de negocio, nivel de facturación, objetivos o estructura, existen otras fórmulas que podrías considerar antes de decidirte por completo.
1. Sociedad de Responsabilidad Limitada (con varios socios)
Si tienes un socio o piensas incorporar a alguien más en el futuro, puede interesarte directamente constituir una SL “normal”, en lugar de empezar como unipersonal. El funcionamiento es prácticamente el mismo, pero con la posibilidad de repartir funciones, capital y responsabilidades desde el inicio.
2. Empresario de Responsabilidad Limitada (ERL)
Esta figura permite al autónomo proteger su vivienda habitual frente a deudas empresariales, siempre que su valor sea inferior a los 300.000 €. No es tan conocida, pero puede ser útil si solo buscas limitar tu exposición patrimonial sin montar una sociedad.
3. Comunidad de Bienes o Sociedad Civil
En casos donde hay varios profesionales colaborando, pero sin intención de constituir una empresa formal, estas formas permiten repartir beneficios y obligaciones con menor complejidad.
Eso sí, tienen limitaciones legales y no ofrecen protección patrimonial.
4. SLNE (Sociedad Limitada Nueva Empresa)
Una modalidad pensada para facilitar la creación rápida de sociedades con un único socio y ciertos beneficios fiscales iniciales.
Aunque ha perdido protagonismo, puede tener sentido si buscas una constitución express y cumples los requisitos.
¿Cuál es la mejor para ti?
Dependerá de tu situación, tus objetivos y tus previsiones. En lugar de elegir solo por los impuestos o los trámites, es clave pensar a medio y largo plazo: ¿vas a crecer? ¿tendrás socios? ¿necesitas financiación externa? ¿quieres limitar tu riesgo personal?
Si quieres aplicar esto con la ayuda de un experto que ya ha acompañado a decenas de personas como tú, puedes reservar una sesión personalizada aquí:
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Dudas que suelen surgir sobre las SLU
Al valorar si crear una Sociedad Limitada Unipersonal, es normal que surjan dudas más concretas que no siempre aparecen en los artículos generales. Aquí respondemos a las más habituales que suelen plantear nuestros clientes:
¿Puedo pasar de una SLU a una SL con varios socios?
Sí. De hecho, la SLU se convierte automáticamente en una SL convencional en cuanto otro socio adquiere participaciones sociales. Es un proceso sencillo que solo requiere modificar la escritura y notificar al Registro Mercantil.
¿Qué pasa si dejo de facturar lo suficiente?
Si tu nivel de ingresos cae por debajo del umbral que hacía rentable la SLU (por ejemplo, vuelves a facturar menos de 40.000 € al año), puedes plantearte disolver la sociedad o mantenerla, pero asumiendo los costes fijos y obligaciones que siguen existiendo aunque no factures.
¿Puedo tener más de una SLU a mi nombre?
Sí. Una persona física o jurídica puede ser socio único de varias SLU a la vez. Es importante mantener una contabilidad y una operativa separadas entre ellas.
¿Qué ocurre con mi paro si creo una SLU?
La capitalización del paro para constituir una sociedad está sujeta a ciertos requisitos. En general, es más fácil acceder a esta opción como autónomo. Consulta con el SEPE o tu asesoría para valorar tu caso particular.
¿Y si quiero vender la empresa en el futuro?
Tener una SLU facilita mucho este proceso, ya que puedes vender las participaciones sociales sin necesidad de liquidar la empresa. Es una ventaja frente al modelo de autónomo, donde todo está a tu nombre.
Conclusión: ¿Te conviene una SLU?
La Sociedad Limitada Unipersonal puede ser una excelente herramienta para profesionalizar tu negocio, proteger tu patrimonio y optimizar tu fiscalidad cuando tu actividad ha alcanzado un cierto nivel de estabilidad y facturación.
Pero también es una figura que implica compromisos legales, más burocracia y costes recurrentes que debes valorar con seriedad.
Este artículo no pretende desanimarte, sino ayudarte a tomar una decisión con visión estratégica. Porque elegir mal el momento o la estructura puede frenarte más de lo que te impulsa.
Por eso, nuestro consejo es claro:
empieza como autónomo si estás en fase de arranque, y da el salto a una SLU cuando los números y tu contexto lo justifiquen.
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Una estructura jurídica bien elegida no es solo una forma legal, es una herramienta para crecer con seguridad.